Da igual que pasen dos años que un siglo, está claro que el ritmo del mundo es alocado, que la mitad duermen mientras la otra mitad no puede dormir de el miedo a los otros. Sólo pensar que hay países que uno no puede ya visitar porque están muertos. Estos países no tienen paz, o hay demasiada pobreza. Es el infierno en la Tierra.
No sirve de nada denunciarlo, ni soltar proclamas en favor de la paz: somos así y no hay más vuelta de hoja. Y pensar que siempre escribo de lo mismo. Me cansa volver al mismo tema. Por lo menos esto es escribir, pues de otra forma no pondría nada y entonces nadie se entera.
Llevo unos días pensando la manera de conseguir mi futuro, pero todo está muy difícil. Y no quiero oposiciones. Esos exámenes te dicen:ya estás en la masa,ahora haz lo de todos. Pero yo quiero decir cosas, quiero darle vueltas a las ideas. Y me debato entre la sociedad de masas o la exclusión de la escritura.
Totalmente dejé de usar internet, y sólo vengo a esta página para escribir en mi diario. Fueron varios años de buscar y rebuscar, pero ahora me digo ¿para qué? si nadie me paga por ello y cada día sale el sol por el mismo sitio y se oculta igual,con el mismo perfil de tristeza de los edificios. Cada día es como una piedra, esperando que llegue la noticia brillante. Espero encontrar algo que me de de comer. No sé si con un pensamiento me dará para un plato.
Por lo menos escribir algo, de eso se trata. Aunque los pensamientos sean oscuros, yo sigo adelante. Este es el rincón de mis sueños, donde imagino una casa para trabajar, una naturaleza viva y con árboles. Entro en el blog y ya es todo fama, pues mis letras quedan plasmadas en la memoria de ese servidor. Pero no quiero más que la fama de dentro, la de la gente aplaudiendo es buena si viene seguida por un plato de comida. Y es que ya difícilmente se encuentran literatos que den sin comer. Desde que el mundo está dominado por el aburrimiento, el ganar es primordial.
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