Hay una gran diferencia entre una noche en la ciudad,puede ser en la plaza más bella,no es lo mismo que una noche en plena naturaleza,en el campo.Ayer estuve pensando en mi diario,y de como me lo iba a tomar.Después de varios días sin pasarme por aquí,pensé ayer que ya tenía unos pensamientos preparados para hoy.
Tengo que decir que ayer subimos al campo,a la casa del campo,aunque en realidad es un monte.Estuvimos hasta ya entrada la noche,y pude tener el honor de ver cientos de estrellas en un firmamento silencioso.No es como en la ciudad,allí no hay ruido;sobre todo,no hay coches.Así es posible contemplar mejor la maestría y el misterio de la vida.Sí,porque enseguida el pensamiento cabalga,se marcha por terrenos nuevos.
Y es en ese momento cuando no hace falta la escritura ni la lectura,sólo mirar lo que tenemos,lo que somos.Tan habituados como estamos a rodearnos de gente,a ir a bares,cuando llega el momento del silencio y la naturaleza,entonces es más fácil comprender un poco más del sistema.
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