sábado, noviembre 27, 2004

noche de lectura

Desde que vine de Madrid no he visitado muchas páginas,y tampoco lei libros.El leer y aprender se ha convertido en mí en una distracción,en algo importante.Esta noche de sábado tranquilo empiezo de nuevo con mi ilusión por aprender.
Como en la biblioteca central me pusieron la prohibición de sacar libros hasta no sé qué día de diciembre,entonces fui a otra.Esta otra biblioteca es muy pequeña,pero a falta de pan...Saqué tres libros y el único valioso era una pequeña novela de José Luis Castillo Puche,titulado "Misión Estambul".Me he propuesto leer cada día,aunque sean tres hojas,pero leer siempre,cada día.Después de todos los sinsabores que tiene la vida,este de leer es un gran placer,meterse en un mundo de imaginación que no nos agrede.
Lo más duro es seguir el camino cuando ves que no sale nada en su trayecto,que sigues sin futuro.Por eso muchas veces abandono la literatura,y me quedo quieto haciendo otras cosas.En Inglaterra ya me preguntaba para qué sigo leyendo,por qué diablos amo tanto la letra.Y mi amiga Julie,la inglesa que le digo,me respondió que yo era así.No hay más salida,yo soy así,soy un mundo de letras.Pensaba que si lo hago de forma sosegada y poniendo las vistas en algún futuro,podría avanzar con más placer.Por ello,leer cada día ,y además en un lugar apartado y con silencio.Antes de hacer este placer de la lectura o de escribir,uno se debe situar en un espacio como de sueño,onírico.
Aunque tarde más tiempo,me quedo sentado escribiendo este post.Sucede que cuando acabo de escribirlo me hallo sin nada que hacer y quiero seguir pensando y escribiendo.Ocurre esto también con la lectura.Hoy me di cuenta de lo valioso que es el lenguaje.Me di cuenta que guarda en él más de lo que creemos.Vamos cruzando siglos y no nos paramos a verlo de verdad,es como una cola que arrastramos;como esas que ponen en los coches de boda.Y la palabra sigue muda,teniendo que descifrar todo lo que oimos.En la era del ordenador la lengua nos puede decir más cosas e incluso darnos más calidad de vida.

viernes, noviembre 26, 2004

mi barco zarpa

Vengo muy contadas veces a internet,y, desde luego, no navego con el interés de los primeros días.Me estoy alejando de las costas seguras,llenas de información de la red.Prefiero adentrarme en las selvas,donde sólo hay tribus y nada de civilización.Conocer todo por las palabras de otros es algo interesante,pero es que yo quiero abordar mi alma.
Tengo los ojos bien abiertos para captar,como las antenas,algo minúsculo que me lleve al comienzo,o a lo invisible ,a la nada.
Quizá hoy no escriba nada interesante.Los que me lean dirán que es otra vez lo mismo.Para mí son cosas nuevas,más corrimiento de tierras en mi interior,palabras que se precipitan como lluvia sana.Pensaba incluso abandonar la escritura para pensar más libremente,pero sucede que la palabra hace eco en mí y me adoctrina.Me veo como en un espejo.
Ya no vivimos en un mundo de tribus,la tierra,y sobre todo los humanos,hemos crecido como setas silvestres.Lo que ocurra en un país nos viene a los demás.Estamos unidos,pero es lo más violento lo que nos produce más daño,nos estropea la convivencia.Y con la guerra no acabaremos.Queda la salvedad de dormir y soñar.
Me viene estos días la pregunta¿qué queremos en conjunto conseguir de la vida?quizá sólo queramos ganar dinero,gastarlo y pelearnos por independencias.Ese es el camino que estamos tomando.Creo que debe haber algún propósito mayor de la vida,que debe haber algo oculto.Cada uno se debería decir:si existo yo,entonces hay algo.Porque para que vengas tú a la vida es algo increíble,sorprendente.Puedes comprobar la vida en ti mismo,tienes consciencia de vida,que ya es mucho.Por eso comprendo muy bien a todos los artistas que se han retratado a ellos mismos.Son la vida.Cada uno es la vida,es la reflexión de todo.
Quizá mañana venga con ideas que me plazcan más,que me hagan dar un paso en mi camino.Cada paso es como una subida de nivel,que lo nota todo el cuerpo.Un cambio de estación.

lunes, noviembre 22, 2004

fuera de la pobreza

Salí de la casa embrujada el sábado y pude llegar al fin a la tranquilidad de Murcia.El día antes el dueño nos dijo que teníamos que dejar el piso.Fue una verdadera estafa,pues me pedía 6 euros al dia por estar en el cuerto de ella,y 10 euros por luz y lo demás,cuando el gas lo pagábamos nosotros y la basura la bajábamos nosotros cuando se salían los desperdicios por la bolsa del supermercado.En esa casa no había dinero para una bolsa propiamente de la basura.Y constantemente debíamos reponerlas.
El dueño me miró y me dijo:confío en ti,Ignacio.Me dijo que esperaría al lunes para que le pagase los días que estuve en la pocilga.Salí antes de que llegara él para que así no tuviera que ver esa cara inexpresiva y muy dura.Estos días me fijo más en las facciones de la gente,tratando de ver la mía,pues todos somos iguales y diferentes.El físico es muy importante,y es que vestimos tan de moda que olvidamos que somos el mono desnudo,como el título de la obra literaria de Desmond Morris.Es curioso ver unos ojos que te ven,y a la vez verlos como un objeto sin ver.
Lo mejor fue cuando fui con Silvia a visitar a un cura alemán.Se llama Christoph Müller,según me dijo ella después.Era como un ángel,con su pelo corto y sin estar peinado a ninguna moda.Era muy tranquilo y hablaba un alemán muy suave.La gente de España suele relacionar la lengua alemana con Hitler,pero es diferente,es algo más dulce.
Este cura le dio unos consejos y debatió con ella sobre su posible futuro en Madrid.Era más bien como un psicólogo,hablando de temas de la psique.Esas experiencias pasadas en Madrid son tan importantes como cualquier cosa que estudie.Es lo máximo pensar en lo que veo sin oir la explicación.Ello me relega al papel de mero humano en un mundo hostil donde busco mis veredas,mis sendas.Al principio el hombre debía sentirse muy triste,aquí solo,pasando frío.Poco a poco nos vamos ganando el futuro a pulso con el contraste exterior.La ropa nos protege,y pienso ¿qué seríamos sin la ropa?Quiero acercarme al hombre del principio,cuando no había nada,cuando sólo estaba el sol,la naturaleza.Hemos perdido mucho de nuestra infancia y esos pasos eran importantes para saber de atrás.Aunque tengamos tecnología,aún estamos desnudos.Somos el mismo individuo de una tribu lejana,sólo que lo tendemos a negar y decimos que somos civilizados.
Ahora queda esperar a la próxima vez que salga de Murcia,pero deberá ser más ordenado y a mejor sitio.La pobreza me persigue.Yo la acepto y la quiero, pero para construir algo debo subirme por encima de la pobreza y ver cuanto desee.Me sentaría gustoso a una mesa de mendigos,sabiendo que con ello consigo algo para ellos.Si me siento a su mesa y todos pasamos hambre y no se alegran sus corazones,de nada sirvió la acción.