domingo, noviembre 19, 2006

animalia

Así viene en los libros de biología: reino animalia. Resulta que esta mañana, al salir a llevar unos libros a una biblioteca, me detuve frente a una tienda de animales. Ya conozco esa tienda, y siempre paso por ahí a posta. Esta vez era algo diferente, había dos hurones y estaban jugando. En un minuto comprendi la vida. Nos creemos tan valiosos, diferentes a todo el reino de la vida, y no vemos que somos una parte de todo. Los animales son auténtica vida. Comprendí que mejor que ver documentales sobre los reinos animal o vegetal era ver los seres vivos en vivo. Estoy esperando alguna oportunidad de poder apreciar la vida que nos rodea sin una pantalla.
Un hurón le mordía al otro en el cuello, y curiosamente no lo hacía en otra parte del cuerpo, sólo era en el cuello. Muchos dirán que sólo es instinto, pero yo no lo veo así, hay algo más, algo más bello, algo más rotundo.
La vista de esos animales me alegró el día. Y poco a poco voy creandome mi cultura de la vida, crenado mi idea personal, no estropeada por los demás. Lo que veo yo es lo que me vale, no lo que vea otro.
Pensé al instante que los animales si son parte total de la vida, son vida al cien por cien y nos podrían decir más que estudiarnos a nosotros mismos y nuestra cultura. Ellos no forman una sociedad de guerra, no crean medios de comunicación para ganar dinero. Son vida, como nosotros fuimos al principio, viendo sólo la perfección de la creación.
Un día en el curso me puse a buscar por internet sobre etología, y es un campo verdaderamente valioso, ver por horas o días lo que hacen los animales, que son el termómetro de la vida de un principio. Viendo los pequeños dientes de esos hurones pensaba que eran enciclopedias enteras las que se me mostraban, cada minuto viendo un animal es como una hora delante de un libro de etología, todo lo que dicen éstos lo ves en directo.
Comprendí que el hombre tiene miedo, y de ahí nos vienen las enfermedades del alma. Tenemos miedo porque estamos indefensos, porque todo nos es hostil. O sea que hemos nacido necesitando cariño. Estoy en un bosque y tengo miedo porque puedo morir, puedo resfriarme, estoy solo, el universo da miedo porque es muy grande y puede romperse todo.
Ya lo dijo la biblia y todas las religiones, y lo dice la psicología: nacimos hechos de amor y lo necesitamos a todas horas.

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