viernes, marzo 11, 2005

ayudame a hablar

Estos días me doy más cuenta de qué es el pensamiento,me doy cuenta de que pensamos. Pero me falta la voz, me falta sólo el sonido fuerte para que todos lo oigan. Le digo a Silvia que me ayude,que nos ayudemos. Lo único es conseguir financiación para seguir progresando en el pensamiento. deben haber miles de ricos y ricas por el mundo, aunque tengo la mala suerte de dar con pobres llenos de ilusiones, y lo que domina todo son los papeles y los metales. Si no hubiese dinero iría al monte a cuidar cabras y matar animales para comer, pero ya no hay nada de eso. Ofrezco todos mis escritos por un puñado de euros.
Una vez, en Madrid, se me ocurrió ir a las oficinas del periódico de anuncios "Segundamano" y anunciar que regalaba todos mis escritos. Está claro que estaba desesperado, incluso la mujer encargada de mecanografiar el texto se extrañó mucho. Y sigo igual, deseando poder volar para descubrir algo.
Ahora sólo me queda la esperanza de que alguien,no sé cuándo, suelte la chispa que encienda el futuro. Pero tarda tanto en salir la suerte. Estos días pensaba que es más fácil dar con una teoría de la vida, que acertar los seis números de la lotería. Y estoy en lo cierto, es más difícil ganar la suerte,que siempre es imprevisible e invisible.
Por unos cuantos éuros vendería todo lo que tengo, sólo para dormir en Rascafría y poder soñar y pensar. Yo en los sueños veo muchas cosas y son muy interesantes. Hace poco tuve un sueño, pero estoy con tanta tensión que no los capto bien. Me gustaría sentarme en el campo y escribir y escribir,sacar todo lo que tengo. Pero hace falta dinero para todo.
Esto es una llamada desesperada, y sé que nadie se fijará en ella. No tengo la valentía a que me llamen loco por hablar de la vida. Si voy a una editorial me dirán que esto es un hobby y nadie me mirará en serio. Si no mantengo la voz alta nadie querrá oir de mis cosas, son sólo sueños de un pobre idiota.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No te des por vencido ni aun vencido...
¡ AVANTI !
Si te postran diez veces, te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas;
no han de ser tus caídas tan violentas
ni tampoco, por ley, han de ser tantas.
Con el hambre genial con que las plantas
asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rencor de las afrentas
se formaron los santos y las santas.
Obcecación asnal, para ser fuerte,
nada más necesita la criatura,
y en cualquier infeliz se me figura
que no mellan los garfios de la suerte ...
¡ Todos los incurables tienen cura
cinco minutos antes de su muerte !

¡ PIU AVANTI !
No te des por vencido, ni aún vencido,
no te sientas esclavo, ni aún esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y acomete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde estupidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua, y no la implora...
Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza !

¡ MOLTO PIU AVANTI !
Los que viertan sus lágrimas amantes
sobre las penas que no son sus penas;
los que olvidan el son de sus cadenas
para limar las de los otros antes;
los que van por el mundo delirantes
repartiendo su amor a manos llenas,
caen, bajo el peso de sus obras buenas,
sucios, enfermos, trágicos, sobrantes.
¡Ah! Nunca quieras remediar entuertos;
nunca sigas impulsos compasivos;
ten los garfios del Odio siempre activos
y los ojos del juez siempre despiertos...
y al echarte en la caja de los muertos,
menosprecia los llantos de los vivos !

¡ MOLTO PIU AVANTI ANCORA !
Esta vida mendaz es un estrado
donde todo es estólido y fingido,
donde cada anfitrión guarda escondido
su verdadero ser tras el tocado:
No digas tu verdad ni al más amado,
no demuestres temor ni al más temido,
no creas que jamás te hayan querido
por más besos de amor que te hayan dado.
Mira cómo la nieve se deslice
sin una queja de su labio yerto,
cómo ansía las nubes del desierto
sin que a ninguno su ansiedad confíe:
Maldice de los hombres, pero ríe;
vive la vida plena, pero muerto.

¡ MOLTISIMO PIU AVANTI ANCORA !
Si en vez de las estúpidas panteras
y los férreos, estúpidos leones,
encerrasen dos flacos mocetones
en la frágil cárcel de las fieras:
No habrían de yacer noches enteras
en el blando pajar de sus colchones,
sin esperanzas ya, sin reacciones,
lo mismo que dos plácidas horteras;
Cual Napoleones pensativos, graves,
no como el tigre sanguinario y maula,
escrutarían palmo a palmo su jaula,
buscando las rendijas, no las llaves...
Seas el que tú seas, ya lo sabes:
a escrutar las rendijas de tu jaula !

¡ VERA VIOLETA !
En pos de su nivel se lanza el río
por el gran desnivel de los breñales;
el aire es vendaval, y hay vendavales
por la ley del no fin, del no vacío;
la más hermosa espiga del estío
ni sueña con el pan en los trigales;
el más dulce panal de los panales
no declaró jamás: yo no soy mío;
y el sol, el padre sol, es raudo foco
que fomenta la vida en la Natura,
por calentar los polos no se apura,
ni se desvía un ápice tampoco:
¡ Todo lo alcanzarás, solemne loco...
siempre que lo permita tu estatura !

LA YAPA
Como una sola estrella no es el cielo,
ni una gota que salta, el Océano,
ni una falange rígida, la mano,
ni una brizna de paja, el santo suelo:
tu gimnasia de jaula no es el vuelo,
el sublime tramonto soberano,
ni nunca podrá ser anhelo humano
tu miserable personal anhelo.
Qué saben de lo eterno las esferas ?
de las borrascas de la mar, las gotas ?
de puñetazos, las falanges rotas ?
de harina y pan, las pajas de las eras ?...
¡ Detén tus pasos Lógica, no quieras
que se hagan pesimistas los idiotas !


(*) Almafuerte es el seudónimo conocido de Pedro Bonifacio Palacios, que nació en San Justo, provincia de Buenos Aires, Argentina, en el año 1854.
Se dedicó a la docencia durante la presidencia de Sarmiento, y causa de poemas en contra del gobierno fue destituido de su cargo.
Entre sus obras importantes están: Evangélicas (1918), Poesías (1918) y Discursos (1919), todas publicadas luego de su muerte en el año 1917 en Buenos Aires.