martes, junio 28, 2005

Suerte

Aunque es un poco tarde, ya dentro de la noche, he venido hasta el cuarto del ordenador para ver los números de la lotería. Después de unos días sin tocarme algo, entro en una semana en la que el primer día ha sido agraciado.
Hemos subido a la casa del monte, y yo pensando en mis cosas. Pensé que las palabras están ya muy sobadas, demasiado manidas para transmitirnos algo objetivo. Por ejemplo, la palabra Dios ya no nos dice gran cosa, y hasta figura en muchos chistes. prefiero la palabra Suerte, que también es invisible y puede traer cosas buenas. La suerte puede ser esa de encontrar una persona honrada después de un camino dificultoso. No se trata sólo de ganar un dinero, aunque la suerte siempre debe llevar a estar bien alimentado y cuidado materialmente.
Creo en la suerte equivaldría a decir creo en Dios, es como decir creo en la Nada, en lo invisible. interminablemente busco una salida a mis deseos de escribir. Dibujo en mi universo una casa y mucho silencio para buscar donde sea, recorriendo los miles de pasillos de la mente. Seré un ser lleno de imaginación, que es algo me ayuda y me aparta. me ayuda porque me da esperanzas y me aparta porque con eso no se gana el sustento para vivir.
Ya estoy pasando épocas, y creo que se termina la mía de ver la tele. Ya tuve suficiente, me tengo que cargar de vida, llenarme de mí mismo, de búsqueda.
Estuve en el monte escribiendo en mi cuaderno y te hace sentir mejor, llenando páginas con cosas que me pasan por la mente, es un diálogo interno. Puede que no haya escrito nada nuevo pero es mi mundo, mi novedad.
Ahora cada día estudio tres palabras de varios idiomas y también frases célebres. en vez de no hacer nada me voy cargando de cosas aprendidas. Cuando llegue a la meta del futuro tendré un bagaje con el que disfrutar recordando y a partir de entonces adelantar con mayores y más contínuos pasos.

3 comentarios:

Roberto Iza Valdés dijo...
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Roberto Iza Valdés dijo...
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