lunes, junio 20, 2005

viaje Alicante

Ayer domingo finalizó la pequeña escapada que hicimos Silvia y yo a la ciudad de Alicante. Estuvo muy bien y hablamos mucho y pudimos estar juntos, que fue la meta de ese viaje. Vimos una procesión de mujeres vestidas a la moda valenciana, con trajes parecidos a los de la ciudad de la comunidad Valencia. Lo que más me gustó del desfile, era que podías mirar a las personas en sin temor a que no te dejaran mirarles con tanto detalle. Las mujeres vestidas con el traje típico estaban todas maquilladas en exceso y parecían muñecas de un escaparate, que puedes ver cuanto quieras.
Lo peor era que la ciudad estaba repleta de gente, y hacía un calor insoportable. Ni en el puerto habían lugares de sombra. Sólo cabía la oportunidad de refugiarse en un bar, y yo detesto los bares. Pero a la gente en general le gusta estar rodeada de personas a todas horas, de ruido y más follón. Es la sensación de fiesta, hacer ruido. El ruido es algarabía, felicidad, signo de que hay vida.
Ya conocemos varios albergues juveniles, y este de Alicante estaba muy bien. Era bastante amplio, y se usaba también como residencia de estudiantes. Por la noche no había autobus para ir a la habitación y tuvimos que andar mucho. Para la próxima vez sabemos que tenemos que tener un teléfono móvil para pedir un taxi. Estuvimos de viaje de pobres, y la verdad es que se pasa muy mal. Si te falta el dinero te falta todo y nadie te hace caso.
Esta estancia con Silvia me ha animado a hacer cosas y pronto. Toda la tensión acumulada en Murcia la liberé estando con ella. Ella es mi compañera pues podemos hablar de lo que queramos y ahora nos llevamos mejor que en fechas anteriores. Este miércoles ella irá a visitar una casa en Valdepiélagos, un pueblo pequeño de Madrid. Yo le dije que en un pueblo de la sierra estaría muy contento, viviendo en libertad y sin tanta gente alrededor. Sólo la gente en son de amistad y en paz. En la ciudad lo único de hacer es mirar a la gente, y unos se miran a otros, y cansa pues no hay relación, comunicación. Ya estuve esperando una hora en la estación de autobuses y tenía que moverme, era un mirarnos como si no fuésemos humanos.
Espero estar este fin de semana con dinero para realizar otro encuentro con ella. Aquí en Murcia todo está estancado pues no hago lo que tengo que hacer, al final me tendré que meter a trabajar descargando camiones. Esta investigación por el pensamiento y la vida no da dinero alguno, y pasan los días como hojas sin ocurrir nada. Ya entiendo la vida de los nómadas. Al principio lo harían por necesidad de encontrar alimento pero también es una necesidad del hombre de moverse, aunque sea a varios kilómetros. De hecho yo quiero vivir en un pueblo para poder caminar cada día unas distancias entre árboles. Tengo ganas de no sufrir tanto con este calor.
El Hombre está en peligro de extinción, porque dependemos de la energía, de la electricidad y no tenemos animales para cazar. Si falla el suministro de elctricidad o petróleo nos apagamos. Quedaríamos a oscuras al caer el sol. fue un gran invento la bombilla y el descubrir la electricidad pero en cualquier momento nos puede fallar y nos quedam,os a oscuras, parados. Deberíamos agudizar el ingenio y encontrar un sustituto que nos de más calidad de vida. Esta sociedad funciona a base de unos cuantos y lo demás es repetitivo, cada cual intentando salvarse a sí mismo. Recuerdo en la escuela cuando nos decían que el petróleo no durara eternamente, y era verdad, podría ocurrir algo y parase el movimiento de todos, los coches y máquinas. Y no es cuestión de ahorrar energía, eso es sólo un parche. La solución es buscar nuevas salidas a nuestra dependencia al petróleo y otras fuestes naturales.

2 comentarios:

Roberto Iza Valdés dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Roberto Iza Valdés dijo...
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